En los procesos de Conoce a Tu Cliente (KYC), el uso de datos biométricos facilita a instituciones financieras  la acreditación y verificación de identidad de personas.

Alguna vez te has preguntado ¿por qué al abrir una cuenta bancaria o solicitar un crédito, la institución financiera te solicita documentos de identidad, comprobantes de domicilio, de ingresos y más recientemente te toman huellas dactilares y fotografías?

La razón es que las instituciones financieras alrededor del mundo, en especial los bancos y las empresas que otorgan créditos, deben cumplir regulaciones internacionales y locales para la Prevención del Lavado de Dinero (PLD) y Financiamiento al Terrorismo, crimen organizado y narcotráfico.

Estas medidas y controles se enmarcan en lo que se conoce como KYC (Conozca a su Cliente, en castellano) un proceso que incluye las regulaciones (internacionales y locales) y la normativa implementada internamente por cada institución para la verificación de que el cliente es quien dice ser.

También se incluye en el proceso de KYC la revisión de documentación de referencia del cliente, que permite a la institución entender de dónde proviene su dinero y asegurarse de que no se trata de blanqueo de capital. 

El proceso de KYC, se inicia con el onboarding del cliente en la institución financiera; es parte del proceso de registro como nuevo cliente tanto para aperturas de cuentas como para otorgamiento de créditos.

La verificación de identidad del cliente, forma parte de este proceso, es por ello que incluye  la revisión de documentos y datos que prueban su identidad los cuales se complementan con datos de su domicilio y fuentes de ingreso.

En México, se sigue lo que hoy es práctica común a nivel global para verificar la identidad de las personas, que es complementar la información que se obtiene a partir de documentos de identidad (para ciudadanos mexicanos la credencial de elector emitida por el INE y para extranjeros el pasaporte), con sus datos biométricos.

Los datos biométricos (huellas dactilares, rostro, iris, entre otros) son rasgos únicos e individuales, los cuales son utilizados globalmente para acreditar identidad de personas, tanto en sistemas de identidad nacional de Gobiernos (Pasaportes, DNI´s, Tarjetas de Identidad, etc.) como por instituciones (como el INE en la caso de México), lo que ha facilitado el establecimiento de estándares para su captura y la interoperabilidad de la información recopilada, que permite la “lectura de la información” a nivel global.

Los datos biométricos más utilizados para acreditar identidad en el mundo, son las huellas dactilares; no sólo en la banca, sino también en sistemas de identidad nacional, organismos multilaterales y autoridades policiales y de seguridad.

Hoy es práctica común combinar varios tipos de datos biométricos para dar mayor certeza en la autenticación y verificación de identidad de personas; en el caso de instituciones financieras, el rostro es el segundo biométrico más utilizado, y su captura a partir de la toma de una fotografía también forma parte de los procesos de onboarding en el marco de procesos de KYC.

De hecho en algunos países, las regulaciones locales para el sistema financiero establecen como requisito en los procesos de onboarding la captura de huellas dactilares y fotografías de los clientes y su almacenamiento en bases de datos biométricas que son utilizadas en los procesos de verificación de identidad. Tal es el caso del sistema financiero de Nigeria, en donde el Banco Central del país, de la mano de nuestro aliado Dermalog implementó un Número de Identificación Bancaria Único para los clientes de los bancos presentes en el país, el cual cumple las regulaciones internacionales de KYC y contribuyó a la reducción significativa en el fraude por usurpación de identidad y blanqueo de capitales.