La huella dactilar es uno de los biométricos más confiables por su unicidad: durante toda su vida cada persona, en cada dedo tiene una estructura dactilar distinta, que no se repite ni en el caso de hermanos gemelos.
La acreditación de identidad de personas es una necesidad, tanto en el mundo físico como en el digital; gobiernos, organismos multilaterales, instituciones financieras y empresas son usuarios de los llamados sistemas de acreditación de identidad basados en datos que permitan garantizar que una persona es quien dice ser.
Para ello, se apoya en documentos y en rasgos físicos (biométricos), y entre los cuales, las huellas dactilares, son los más utilizados, gracias a la existencia de estándares confiables para el análisis de su morfología y sus características únicas en cada persona.
En lo que respecta a los estándares de análisis, si bien hay registros de uso de las huellas dactilares para “firmar” de documentos oficiales y registros carcelarios en la antigua Persia y en cerámicas en China y Japón, su uso para identificar personas se estandarizó en 1891, gracias a los estudios del investigador de la Policía Argentina Juan Vucetich a quien se atribuye la creación de las primeras fichas dactiloscopistas y la primera clasificación de huellas dactilares, que a partir de ese momento comenzaron a usarse para identificar criminales.
Hoy, la clasificación de huellas digitales creada por Juan Vucetich, sigue siendo la base para la identificación de personas, pero no sólo con fines criminalísticos (identificación de delincuentes), sino también con fines civiles (acreditación de identidad de personas por parte de gobiernos, organismos internacionales, instituciones financieras y empresas).
Tipos de huellas dactilares
La diferencia entre las huellas dactilares está determinada por la forma y distancia de los dibujos que se forman en las yemas de los dedos, los cuales son únicos en cada persona y se mantienen durante toda su vida iguales.
Según el FBI, los principales patrones de huellas dactilares son los arcos, curvas y espirales que se forman en las yemas de los dedos de las manos o planta de los pies. Su forma, tamaño, número y disposición es única en cada persona.
Sin embargo, existen elementos de forma que se repiten en huellas dactilares, como la morfología (lineal o de arco), ramificaciones, direcciones e interrupciones, las cuales permiten clasificarlas.
Huellas arco
Carecen de delta y las crestas papilares corren de un lado a otro sin volver sobre sí mismas
Presilla interna
Posee una delta a la derecha del observador. Las crestas forman un núcleo, el cual nace de izquierda a derecha, dando vuelta sobre sí misma.
Presilla externa
La delta está del lado izquierdo del observador, el núcleo comienza de derecha y corre hacia la izquierda, dando vuelta sobre sí misma.
Verticilio
Tiene dos deltas (lado izquierdo y derecho) y su centro núcleo tienen forma de espiral.
¿Y tú qué tipo de huella dactilar tienes?
